Ravel en escena

La música concebida por Ravel para la ópera y el ballet destaca en el repertorio por su capacidad de representar escenarios, personajes e ideas, como es el caso de Mamá oca con La bella durmiente y La bella y la bestia; El niño y los sortilegios, donde los juguetes del protagonista cobran vida para hacerlo pagar por su mal comportamiento; y el vívido color de Daphnis et Chloé, donde las armonías atrevidas de Ravel representan un mundo perdido; así como L'Heure espagnole, opera buffa en forma de farsa que da muestra, una vez más, del gusto y el conocimiento profundos que el compositor tenía de lo español.