The Judas Tree de Kenneth MacMillan, música de Brian Elias

Este provocativo canto del cisne del ilustre coreógrafo Kenneth MacMillan revive, entre otras, la historia de Judas en London East donde la masa anónima incita a un grupo de constructores a violentar con crueldad a una mujer inocente, mientras que uno solo de ellos trata de protegerla.

MacMillan y el compositor Brian Elias quisieron escribir algo «significativo y poderoso» en respuesta a los recientes horrores descritos en los medios de comunicación, como lo fue la masacre en Plaza de Tiananmén. Si bien la obra de MacMillan está diseñada para permitir múltiples interpretaciones, su agudo señalamiento de los no tan inocentes espectadores es descrito en la pieza coreográfica, así como en el epígrafe de Yibrán Jalil Yibrán que la acompaña: «Así como una sola hoja no se vuelve amarilla sin el consentimiento silente de todo el árbol, el que obra mal no puede hacerlo sin la voluntad pasiva de todos ustedes». La partitura incandescente de Elias hace uso preciso de la disonancia en cuerdas y maderas, tambores de acero, celesta y arpa, expresando vívidamente tanto el horror de un ataque como los momentos de estática tensión en la incertidumbre antes de la violencia.