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Sobre el programa...
La reputación de Evgeny Kissin está consolidada. Habitual del panorama romántico, en el que lleva a un grado de perfección sus interpretaciones de los principales compositores, el pianista ruso nos ofrece una vez más todo su talento. A través de las piezas de Schubert y Scriabin, Kissin sorprende, fascina, cautiva.
El concierto se abre con la sonata n.° 17 de Schubert. Aunque sus sonatas forman parte de sus obras menos conocidas, ofrecen un lenguaje musical armónico totalmente inédito. Compuesta durante un período feliz de la vida de Schubert, esta sonata suena como un relámpago. El tema, que se desarrolla en su estructura, revela un genio rítmico y una imaginación sin límites.
Scriabin, por su parte, es uno de los pocos compositores rusos que dieron una nueva existencia a la sonata en el siglo XX. Su sonata n.° 2, titulada Sonata-fantasía, evoca dos temas contemplativos, una noche al borde del mar y una tormenta. Estas dos «fantasías», que estructuran los dos movimientos, están marcadas por un tema sofocado y lejano y prosigue con una carrera precipitada de octavas en una oposición entre arpegios rotos y melodías dramáticas. Para terminar, Kissin interpreta los estudios de Scriabin, que forman el ciclo más logrado del compositor. El alma rusa se transmite perfectamente a través de la interpretación del virtuoso.
Fotografía: © Nicolas Brodard