Klaus Mäkelä dirige Ravel, Liszt y Sibelius — Con Yuja Wang

El concierto comienza con la suite para piano solo de Ravel, Le tombeau de Couperin, compuesta entre 1914 y 1917. Estructurada en seis movimientos, la composición imita una suite de danzas barrocas tradicional, pero también representa un emotivo homenaje a las víctimas de la Primera Guerra Mundial: cada movimiento está dedicado a la memoria de un ser querido muerto en batalla. Sigue el singular Concierto para piano n.° 1 de Liszt, descrito por Bartók como «la primera realización perfecta de la forma de sonata cíclica, con temas comunes tratados según el principio de variación». El concierto fue terminado en 1849 y estrenado en 1855 en Weimar por el propio compositor, bajo la batuta de Héctor Berlioz. La Sinfonía n.º 3 de Sibelius, de carácter «clásico» y estructuralmente simple, impactante y audazmente expresiva a la vez, cierra el programa.

Créditos

Fotografía: Yuja Wang © Kirk Edwards

Klaus Mäkelä aparece gracias a la amable autorización de Decca Classics.
Yuja Wang aparece gracias a la amable autorización de Deutsche Grammophon.