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Sobre el programa...
¡Bajo la batuta de Gustavo Dudamel, la Filarmónica de Viena interpreta las poéticas Cuatro últimas canciones y la majestuosa Sinfonía Alpira de Richard Strauss, acompañada por la voz cristalina de la soprano lituana Asmik Grigorian!
Gran amante de las montañas, Richard Strauss nos lleva a Garmisch, en los Alpes bávaros, donde vivió una gran parte de su vida. Es a través de los 22 retablos que forman la Sinfonía Alpina como les declara toda su admiración. Ilustrando cronológicamente un paseo hasta la cima, con el sol ocultándose a la caída de la noche, la rica orquestación de esta obra incluye diversos instrumentos poco comunes, como una máquina de viento, un heckelfón y el uso de aerófonos asombrosos (dispositivos que permiten a los vientos el mantener una nota prolongada más de lo normal) para transcribir toda la majestuosidad del paisaje en cuestión. Una verdadera incitación a viajar, esta obra llena de color es una declaración de amor a la que hacen eco sus Cuatro últimas canciones. De «La primavera» al «Crepúsculo», del nacimiento a la muerte, las Vier letzte Lieder celebran la vida con una partitura profunda y de pocos ornamentos. ¿Es quizá la voluntad de Strauss mostrarse al desnudo por última vez para recibir serenamente la muerte? Compuestas un año antes de su partida en 1949, con ellas se extingue la larga tradición de los grandes Lieder románticos alemanes, últimos representantes de una época de revuelo, reemplazada, desde hacía dos décadas, por la atonalidad experimental y transgresora de Arnold Schönberg.