Hippolyte et Aricie de Rameau
Aletta Collins (puesta en escena), sir Simon Rattle (director) – Con Anna Prohaska (Aricie), Magdalena Kožená (Phèdre), Elsa Dreisig (Diane), Reinoud Van Mechelen (Hippolyte)
Casting
Aletta Collins
Ólafur Elíasson
Olaf Freese
Gyula Orendt
Coro de la Staatsoper de Berlín
Martin Wright
Freiburger Barockorchester
Sobre el programa...
En 1733, Jean-Philippe Rameau tiene casi 50 años y ha alcanzado una posición respetable como teórico de la música y compositor de piezas para clavecín. Sin embargo, luego de haber presenciado en la Opéra de Paris Jephté, tragédie en musique de Monteclair, una nueva fuerza creativa lo invade y escribe su primera ópera: Hippolyte et Aricie.
Rameau no solamente incursiona en el género más importante en Francia y en Europa de la mano del libretista de aquella Jephté (S. J. Pellegrin) con una verdadera tragedia inspirada en la obra de teatro Phèdre (1677) de Jean Racine, a su vez basada en los textos clásicos de Séneca y Eurípides. La atormentada historia de amor casi imposible entre Hippolyte y Aricie, la hija del enemigo de su padre (Teseo), sirve a Rameau como el lienzo donde desplegará de manera igualmente «desmesurada» (para las convenciones de su época) disrupciones musicales que no solamente escandalizarán al público, sino que lo dividirán en dos grupos: lullistas (conservadores que veían en la música de Rameau una amenaza a las formas a las que estaban acostumbrados) y ramistas (quienes estimaron sus innovaciones en armonía, orquestación y ornamento como geniales; el compositor André Campra declarará: «En esta ópera hay tanta música como para hacer diez. Este hombre nos eclipsará a todos»).
A casi 300 años de haber sido escrito, este título en cierta forma ha dado la razón a los dos grupos: Hippolyte et Aricie transfiguró la ópera en Francia de manera definitiva y Rameau, efectivamente, se ha convertido en la actualidad en uno de los compositores más importantes del género lírico.
Un elenco estelar hace justicia a la obra maestra de Rameau bajo la dirección impecable de sir Simon Rattle al frente de la Freiburger Barockorchester, una de las orquestas barrocas más prestigiosas del mundo, en esta puesta en escena polémica por sus excesos y su modernidad. Una producción inundada de música de la más bella que se ha escrito jamás y que hace la pregunta al espectador: ¿es la ópera música en escena, o teatro con música?