Wozzeck de Berg

«Este Wozzeck, todavía más espectacular que la intensa visión de Tcherniakov, ha sido uno de los acontecimientos artísticos más importantes de 2015. Una producción imperdible que se ha convertido en una referencia de esta obra toral en la Historia de la Ópera.» (Tutti Magazine) ¿Qué se puede decir de esta producción de la obra maestra del austriaco Alban Berg? Monumento de la ópera del siglo XX, Wozzeck proviene de la oscura obra de teatro inconclusa de Büchner (1837), la cual se inspira a su vez en hechos reales: el pobre Wozzeck, un soldado cuya única alegría es su amor por Marie, cae poco a poco en la locura hasta un punto trágico irreparable.

Impresionado por la historia del verdadero Woyzeck, un exsoldado condenado por haber apuñalado a su amante, Büchner buscaba hacer de su obra una denuncia contra la sociedad, la verdadera responsable, según él, del crimen cometido. Berg se inscribe en esta visión y abre su ópera con el regaño del capitán, quien culpa a su subalterno de haber tenido un hijo fuera del matrimonio, fuera de toda moralidad. Wozzeck responde que es más fácil ser íntegro cuando se tienen recursos... Para ilustrar este trágico punto de determinismo social, Andreas Homoki disfraza en esta puesta a los protagonistas como marionetas, cada uno en su papel, haciéndolos sufrir su posición social como un destino inescrutable. Una historia verdadera, convertida en drama y elevada al grado de mito.

Fotografía: Monika Rittershaus