Daniel Barenboim dirige Chaikovski, Debussy y Scriabin — Con Lisa Batiashvili en el Festival de Salzburgo 2018

El Concierto para violín, op. 35 de Chaikovski representa con sus melodías inolvidables y ritmos casi embriagantes la quintaesencia del concierto romántico después de Brahms: grandes paisajes líricos, elementos nacionalistas y momentos de introspectiva belleza que encuentran en esta rendición de la extraordinaria violinista georgiano-alemana a una intérprete perfecta. Luego, la West-Eastern Divan Orchestra brilla por sí misma en La mer de Debussy: un vehemente poema sinfónico que, en alineación con la reticencia del compositor a identificarse como un «impresionista», va más hacia un pre-expresionismo descriptivo que prefiere las texturas orquestales, por momentos onomatopéyicas, casi violentas, sobre el uso figurativo del motivo musical, una herramienta incrustada en la tradición por Richard Wagner. Cierra el programa el inmenso Poema del éxtasis de Alexander Scriabin, obra vanguardista, redonda y atrevida, según él mismo: «mi mejor composición».