Hannu Lintu dirige la Sinfonía n.° 6 de Sibelius
Orquesta Sinfónica de la Radio Finlandesa
Casting
Orquesta Sinfónica de la Radio Finlandesa
Hannu Lintu
Sobre el programa...
¡El gran director finlandés Hannu Lintu presenta y dirige las siete fascinantes sinfonías de su compatriota, el celebrado Jean Sibelius, con la Orquesta Sinfónica de la Radio Finlandesa!
«Donde la mayoría de los compositores modernos se han dedicado a la creación de cocteles de todos los colores y apariencias» explica Sibelius en referencia a su Sexta Sinfonía, «yo le ofrezco al público agua pura»... Si la Cuarta se tiñe con la disonancia, si la Quinta hace de lo armonioso su casa, la Sexta—gestada durante varios años—da muestra de la creatividad irrefrenable de Sibelius, esta vez en cuanto a tono y modo. Para expresarlo con un símil, lo más brevemente posible: son como dos enormes paisajes sonoros (re dórico y do mayor) que se intercalan y se superponen, creando una sensación de ambivalencia que, efectivamente, purifica al oído. Por su amplitud y uso de las melodías, parece incluso recordar la música antigua (¿justamente, pura?) de Palestrina y Monteverdi que el compositor había estudiado en su juventud.
En el curso de su composición, esta partitura puede haberse nutrido de varios eventos importantes en la vida del compositor: el final de la Primera Guerra Mundial, la declaración de independencia de Finlandia con respecto a Rusia, una breve guerra civil posterior entre socialistas y liberales-demócratas; la toma de postura política de Sibelius como un pronacionalista anti-izquierda, su participación en la peligrosa cuestión del idioma nacional (sueco o finés; y se sabe que la lengua materna del compositor era de hecho la primera); su regreso al alcoholismo, su radical cambio de imagen (con la cabeza totalmente afeitada) y la subsecuente proyección de su personalidad como un intelectual de la música de ideas sólidas y cierta excentricidad (la Sexta fue de hecho dirigida por el compositor, totalmente ebrio, en Göteborg, 1923), problemas financieros y maritales. Si alguno o todos estos factores resaltaron el drama de la obra, es evidente que ninguno le cual impidió a la obra alcanzar la monumental cohesión que la caracteriza.