Casting
Ferruccio Soleri
Luisa Spinatelli
Albert Faura
Donato Di Stefano
Patrizia Biccirè
Stefano Di Luca
La Petite Bande
Sigiswald Kuijken
Sobre el programa...
Engaños, risas y astucias en La Serva Padrona de Pergolesi, con una fantástica puesta en escena de Ferruccio Soleri.
Creada en 1733, La Serva Padrona de Pergolesi fue un acontecimiento capital en la historia de la ópera. Debido al carácter ligero de esta obra y a la «vulgaridad» de los protagonistas —estamos lejos de la grandeza de la ópera seria— La Serva Padrona fue el origen de lo que los musicólogos llaman hoy «la Querella de los bufones». Esta disputa enfrentó en París, entre 1752 y 1754, a los ramistas y a los partidarios de la música italiana, liderados por Jean-Jacques Rousseau. Aunque el fondo de la disputa pueda parecer insignificante para un observador moderno, el debate dio lugar, no obstante, a reacciones apasionadas, entre chovinismos de mala calaña y críticas infundadas al estilo francés. ¡Qué más da! La Serva Padrona es una obra maestra de gracia y ligereza, sin mencionar el placer de dejarse embriagar por el timbre vibrante de Donato Di Stefano y la deliciosa Patrizia Biccirè, que interpreta con brillantez a la traviesa y maliciosa Serpina.
Argumento
Uberto, un viejo solterón, se lamenta de la arrogancia de su sirvienta Serpina: no le prepara el chocolate, se niega a traerle el abrigo, la peluca y el sombrero, y hasta le prohíbe salir de su casa. Uberto le pide entonces a su criado Vespone que le encuentre una mujer para deshacerse de la insolente Serpina. Pero ella tiene más ases bajo la manga y decide casarse con Uberto, para lo cual le informa que está a punto de casarse con un militar llamado Tempesta. Vespone, haciéndose pasar por el pretendiente, llega a la casa y solicita la exorbitante suma de 4000 coronas como dote. ¿De lo contrario? Pues, el viejo solterón solo tiene que casarse con la sirvienta. Uberto se da cuenta entonces de que siempre ha amado a Serpina y acepta casarse con ella. Ella revela el engaño y se convierte, oficialmente, en la señora de la casa.