El rapto en el serrallo de Mozart
Michael Hampe, Gianluigi Gelmetti – Matthias Habich (Selim Bassa), Ruth Ann Swenson (Kostanze) – Schwetzingen Festpiele
Casting
Michael Hampe
Vera Marzot
Hans Toelstede
Matthias Habich
Ruth Ann Swenson
Hans Peter Blochwitz
Manfred Fink
Kurt Rydl
Stuttgarter Choristen
Wolfgang Isenhardt
Orquesta Sinfónica de la Radio de Stuttgart
Gianluigi Gelmetti
Sobre el programa...
Crítica de una época en medio turco.
Parece un cuento. Tras el ataque al buque del noble español Belmonte Lostados, su prometida Constanza, la doncella inglesa de esta, Blonde, así como Pedrillo, criado de Belmonte, son hechos prisioneros y vendidos como esclavos a Selim, pachá turco. Gracias a un mensaje de Pedrillo, Belmonte sabe dónde encontrar a los desaparecidos. Acude a liberarlos. Osmin, guardián del palacio, le impide entrar en el serallo. Pero Pedrillo, que se ha ganado el favor del pachá al convertirse en su jardinero, encuentra la manera de que Belmonte entre. Ambos conciben un plan de evasión nocturna que parece primero lograr su objetivo, al estar Osmin fuera de juego gracias a un narcótico. Sin embargo, el efecto del somnífero es demasiado corto y el guardián da la alarma. Para gran alegría de Osmin, las dos parejas, Constanza-Belmonte y Blonde-Pedrillo, son llevadas ante el pachá, que reconoce a Belmonte como el hijo de su enemigo declarado (el padre de Belmonte lo expulsó antaño de su patria norteafricana). Sin embargo, renuncia a vengarse de ese ultraje pasado, y concede la libertad a los cuatro cautivos.
Y sin embargo, no es un cuento. El rapto en el serallo forma parte de la tradición que, después de Montesquieu y sus Cartas persas, se burla de aberraciones exóticas para criticar mejor su propia cultura. Mozart, el contestatario, el rebelde, aprovechó esta brecha abierta por la Ilustración europea y compuso en 1781 –unos años antes de la Revolución Francesa y del estallido de la supremacía europea de los regímenes autoritarios– por encargo de la corte imperial austriaca,El rapto que hoy conocemos... ¿Se dará cuenta José II del carácter subversivo de la ópera de Mozart? No lo sabemos. En todo caso, el Gran Duque de Rusia, Petrovich, de visita en Viena y para quien se encargó la obra, no vio nunca la representación de El rapto, al optar José II en el último momento por Ifigenia entre los tauros y Alcestes de Gluck para que se representara en honor a su invitado ruso...